ALGO DE POESIA HEDONISTA

Me acabo de dar cuenta de que tengo una poesía de lo más hedonista que encaja bastante bien con las cosas que os cuento ultimamente y con estos estados de ánimo locos y vividores.
No me gusta explicar la poesía pero sí me gusta que la gente la entienda lo mejor posible así que por eso hago las introducciones que hago.

Espero que todos contestéis que sí a esta pregunta:
¿Sabéis esa sensación que a veces te llena cuando estás feliz, que es cosa de un momento concreto, de un instante que quisieras congelar, en el que derrepente todo lo que te rodea tiene algo de especial o de curioso? Son momentos en los que todo está bien, todo está ahí por y para algo, todo tiene su gracia... las cosas parecen haber aparecido allí para ti, para darte elementos con los que jugar...
Son momentos en los que es guay que una vieja te regañe por reirte muy fuerte o sentirte tan distante de dos señoronas pijas.
Momentos en los que captas la ironía de que un gran danés se asuste de ti siendo tú mucho más vulnerable que él o que el simple hecho de encontrar un bache que saltar en la acera ya te hace reir... Son momentos en los que parece que tuvieras un super poder consistente en una enorme capacidad de observación y de absorción; lo que viene siendo sensibilidad vamos! jeje

Si estás pensando que esto es cursi, 1, no sabes desfrutar las pequeñas cosas de la vida y 2, ya verás cuando ponga algo de poesía romántica! Te vas a empalagar!

Bueno, disfrutadla:

LAS CALLES

Me gusta caminar a tu lado
Sin saber dónde vamos
Reír los silencios,
Besar las farolas
Y los postes de teléfonos.

Nada de eso estaba allí antes de ayer.

Los viejos van donde vamos
Para ser pintados por nuestra mirada.
Los camareros gritan para
Permitirnos mofarnos,
Y las señoras toman el té para
Darnos estereotipos de los que alejarnos.

Nada de eso estaba allí antes de ayer.

Jugamos a ser otros,
Distintos, alejados…
Nos acosa el tiempo por las esquinas.
Siempre suena contigo una cuenta atrás.

Un monstruo bicéfalo que lee,
Un abrigo con sombrero,
Una libertina de entonces,
Un caballo-perro que nos teme.

La tienda de los horrores,
Los horrores de la tierra…

Nada de eso estaba allí antes de ayer.

La realidad la guerra declara
Y no queremos ir al frente,
Por cobardes, por huidos, por ausentes.
Desertores del pasado,
Renegados del futuro,
Vividores del presente.