CUANDO NO TE ENTIENDEN

No tendría por qué hacerlo pero voy a explicar algo porque a veces te encuentras con gente que no te entiende.

He crecido en una familia que se quiere mucho, unida y sin problemas.
Nunca me ha faltado nada, ni en lo material ni el afecto básico que todos necesitamos.
En el colegio he sido popular que también tiene desventajas pero es más una ventaja.
Fui buena estudiante y acabé estudiando Publicidad y acerté porque con sus más y sus menos disfruto con mi trabajo y además parece que lo hago bien porque tengo un buen puesto y bien remunerado.
He vivido el amor de muchas clases, pero lo he vivido. He amado y me han amado.
Tengo muchos amigos y nunca me faltan planes.
Vivo sola con mis gatos a los que adoro.
Tengo hobbies como bailar, dibujar o escribir.

Podría decirse que lo único que falta en mi vida es una pareja, pero tengo 28 años y pienso que ya llegará.

Por todo esto mi blog es lo que es. Un agradecimiento a lo que tengo y he vivido hasta ahora.

Me siento afortunada, no sólo por todo ello, sino por saber valorarlo. Por haber sabido regañarme a mi misma cuando me he sentido desgraciada porque no es fácil ser objetivo, porque no es fácil ver lo bueno siempre.

Creo que ninguno sabéis que mi blog nació de esa reflexión, porque empecé escribiendo penas y de pronto me dije ¿pero tú eres tonta? y automáticamente lo cambié y se convirtió en lo que es ahora.

¿Y qué es ahora? Pues resulta que es una frivolidad para algunas personas.

No. No es una frivolidad lo siento. Es un anecdotario en muchos casos. Es como quien lee una tira cómica en otros, pero sabéis los que me leéis desde hace tiempo, que el poso subyacente de mi blog no es ¡qué divertido, pásatelo bien, disfrutaaaaa!

No, los que habéis leido con atención sabéis que el poso de mi blog es "sé feliz, intenta ver el lado bueno de todo cuando sea posible, remonta de los problemas, empieza de nuevo, sé bueno con la gente, sé sincero..."

Pero claro, con la vida tan feliz y estupenda que he tenido ¿yo que sé de la vida?

Si piensas eso no te voy a culpar, pero tampoco se me puede culpar a mi de haber sido afortunada.

De hecho, si me diera la gana, podría empezar a contaros los aspectos negativos de todo que siempre los hay pero que no me la gana de quedarme con ellos a la hora de hacer balance de mi vida.

¿He sufrido una pérdida importante? Pues al primer nivel como puede ser un hijo, un marido, o un padre antes de tiempo no. Pero sí he sufrido una pérdida importante.

¿He sufrido por amor? Por supuesto, hasta querer matarme.

¿Me he sentido sola? Como si fuera el único ser del universo.

¿He tenido problemas para llegar a fin de mes? Por supuesto, he tenido que hacer magia.

Pero no es el balance de mi vida.

El balance de mi vida, mi corta vida hasta ahora, es que doy las gracias por lo que tengo y he tenido y por lo que estoy segura llegará y doy las gracias por ser como soy porque creo que mis padres me han educado bien y que soy inteligente y agraciada.

Sí, en mi caso es fácil ser feliz, por eso no elijo regodearme en las pocas desgracias que me ocurren, sino elijo compartirlo con vosotros, tratar de alegraros aunque sólo sea por contagio, acompañaros, daros la mano, abrazaros, o lo que sea...

Yo no me puedo quejar pero siempre estaré dispuesta a escuchar vuestras quejas porque se lo debo a la vida por estar siendo tan buena conmigo.

Por todo eso soy más feliz si cabe, porque además, no soy Teresa de Calcuta, pero me siento buena persona porque me gusta estar junto a quien me necesita, junto a quien no tiene mi misma suerte, no en plan misionero ni de ONG, sino empezando por los que estáis a mi alrededor.

Sí, soy alegre por fuera porque tengo paz por dentro.
Que a nadie le quepa ninguna duda.



(He sentido la necesidad de escribir esta entrada por un comentario que me han hecho pero si ha sonado algo dolida no os preocupéis porque no es alguien a quien conozca ni me conozca; por eso quizá me ha indignado un poco, que no dolido, y lo escribo para desahogarme y punto, pero nada más, ni siquiera creo que esa persona vaya a leerlo).